ESTILO INDIRECTO LIBRE

BUSCA EN LOS SIGUIENTES EJEMPLOS EL TIPO DE NARRADOR Y EL ESTILO INDIRECTO LIBRE

 Observa con atención el siguiente fragmento del cuento «Final de juego» de Julio Cortázar:

  • Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le pareció deliciosa… Todo era grato y seguro, sin ese acoso, sin… Pero no quería seguir pensando en la pesadilla… Ya no debía tener tanta fiebre, sentía fresca la cara. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia abajo. La almohada era tan blanda, y en su garganta afiebrada la frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin las malditas pesadillas. La luz violenta de la lámpara en lo alto se iba apagando poco a poco.

Analiza el siguiente fragmento del libro Coronación de José Donoso:

  • Cierta noche Andrés escuchó un agitarse inusitado en el cuarto debajo del suyo. Algo sucedía. Su atención se adhirió a la voz de su abuela que se quejaba suavemente al comienzo, y que después dio un débil gemido de dolor. Sobrecogido, se sentó al borde de su lecho, con sus pies metidos en las pantuflas. Aguardaba. ¿Y si su abuela muriera? ¿Si muriera allí mismo, ahora, esta noche? Sensibilizados de pronto, sus nervios vibraron a lo largo de todo su cuerpo… ¿No sería esa la solución de todo?
  • Aunque la perspectiva de participar en un conflicto bélico lo sacudió con violencia, procuró mantener la calma para desvanecer el temor que se había apoderado de sus padres y, sobre todo, de Julieta, incapaces de aceptar la idea de tan súbita separación. Será por unos días. Todo se arreglará muy pronto.

    “El pozo”, de Ángel Balzarino

Reconoce el estilo indirecto libre y conviértelo en estilo directo.

La Regenta. Fragmento.

“El Magistral estaba pensando que el cristal helado que oprimía su frente parecía un cuchillo que le iba cercenando los sesos; y pensaba además que su madre al meterle por la cabeza una sotana le había hecho tan desgraciado, tan miserable, que él era en el mundo lo único digno de lástima. La idea vulgar, falsa y grosera de comparar al clérigo con el eunuco se le fue metiendo también por el cerebro con la humedad del cristal helado. Sí, él era como un eunuco enamorado, un objeto digno de risa, una cosa repugnante de puro ridícula…

En este fragmento aparecen dos ejemplos de estilo indirecto y uno de indirecto libre.

  1. Reconócelos.
  2. Convierte los tres en estilo directo.

UN GENIO DE LA NOVELA SE ANTICIPA EN MÁS DE DOS SIGLOS AL ESTILO INDIRECTO LIBRE.

No quitó [Sancho] la silla a Rocinante, por ser expreso mandamiento de su señor que en el tiempo que anduviesen en campaña o no durmiesen debajo de techado, no desaliñase a Rocinante: antigua usanza establecida y guardada de los andantes caballeros, quitar el freno y colgarle del arzón de la silla; pero ¿quitar la silla al caballo?, ¡guarda!; y así lo hizo Sancho… (II, 12)

  1. Encuentra el estilo indirecto libre.

Don Fermín contemplaba la ciudad.  Era una presa que le disputaban, pero que acabaría por devorar él solo. ¡Qué! ¿También aquel mezquino imperio habían de arrancarle? No, era suyo. Lo había ganado en buena lid. ¿Para qué eran necios? También al Magistral se le  subía la altura a la cabeza; también él veía a lo vetustense como escarabajo; su viviendas viejas y negruzcas, aplastadas, las creían los vanidosos ciudadanos palacios, y eran madrigueras, cuevas, montones de tierra, labor de topo… ¿Qué habían hecho los dueño de aquellos palacios viejos y arruinados de la Encimada que él tenía allí a sus pies? ¿Qué habían hecho? Heredar. ¿Y él? ¿Qué había hecho él? Conquistar. CLARÍN. LA REGENTA.

  1. Indica el tema del texto y resúmelo.
  2. En el texto hay dos fragmentos de estilo indirecto libre. Encuéntralos.
  3. Conviértelos en estilo directo.
  4. Tipo de narrador.

 Y cuando el espectro de la necesidad se le aparecía y susurraba en su oído con terrible cifra el conflicto económico del día siguiente, doña Pura se estremecía de pavor, diciendo: «No, no; antes las camisas que las cortinas». Desnudar los cuerpos le parecía sacrificio tolerable; pero desnudar la sala… ¡eso nunca! Los de Villaamil, a pesar de la cesantía con su grave disminución social, tenían bastantes visitas. ¡Qué dirían estas si vieran que faltaban las cortinas de seda, admiradas y envidiadas por cuantos las veían! Doña Pura cerró los ojos queriendo desechar la fatídica idea y dormirse; pero la sala se había metido dentro de su entrecejo y la estuvo viendo toda la noche, tan limpia, tan elegante...

Benito Pérez Galdós, Miau

  1. Indica el tema del texto.
  2. En el texto hay dos fragmentos de estilo indirecto libre. Encuéntralos.
  3. Conviértelos en estilo directo.
  4. Tipo de narrador.
  5. En el texto aparece un ejemplo de estilo directo: encuéntralo y conviértelo en indirecto.